09 febrero 2010

La piel del infinito

LA PIEL DEL INFINITO

poemas

Manuel Suasnávar

Para quienes me han amado
para quienes he amado.
Todas ellas saben quiénes son.

GESTOS

P/Ute. Szalkowki

Mis manos
escriben en tu cuerpo
los mismos versos
que las gaviotas
en la arena.
Sólo los de profundas raíces
emprenderán el vuelo.


PNTOR

P/José Ma. Velasco

Poeta,
cuanta libertad han acumulado
las verdes palmas de tus manos
en ese ir
a tientas,
buscando el pensamiento
del paisaje

QUIJOTESCA

P/Carlota Botey

Tu facha está tocada
por una tristeza que no mereces
pero que todos los días
hidalgamente ganas

DECISIÓN

P/Ofelia Alarcón

Quien ha ido
al final del grito
sabe de las tempestades
del silencio

TRES MOMENTOS

P/Catalina Álvarez

Tu cuerpo salado,
sabe,
como el mar,
venir espuma

De sal
es la cicatriz
del llanto

Lleno de mar,
eyaculo gaviotas.



HECHICERO

P/el poeta Emilio Fuego

En una especie
de sortilegio
Emilio pudo
con una sola mano,
arrancar del fuego
mariposas

INSOMNIO

P/Salvador Camelo

Poeta,
los sueños
son al tiempo
lo que tu voz
al infinito

su paisaje.

NOCTURNO

P/Saúl Martínez

Amo a la noche
como la metáfora
a la mariposa,
vuelo entre ella
con alas de mantarraya
densamente.

Entre las oscuras
olas del silencio,
dejo caer
en su espesor,
mi polen de agua
sudor con cuerpo de palabra.

La noche es al verso
lo que el viento
al eco.

CANCIÓN

P/Remedios la Bella

Desde tus ojos callados,
como Pátzcuaro,
te amé.

En tu fina silueta
cabellera de mustias olas,
perdí mi arpón de pescador antiguo,
para después
encontrarlo sembrado entre tus muslos.

Como se riega el trigo,
viento arriba,
me derramé en ti,
para pintarte
con mis días-pigmento
y ser tu pátina
y ser tu historia.

Para hacer contigo, capullo
mi sabia de seda se entretejió
en tus sueños, mariposas dulces
de sutil voz
como pirecua

LAMENTO RECURRENTE

P/ B.P:

A veces
recuerdo tu textura
áspera como lija
contundente.
de frágiles
sutiles y pequeñísimos cristales.
Tu voz de barítono
y tus cejas de razón marroquí.

Cuando recorres
mi memoria vestida de colibrí
y en mis sueños inseminas
polen de miel
entonces,
recuerdo tu textura
blanco papel.

Y me detengo en tus íntimos cristales,
finos y amorosos carbones
tallados a golpes de historia.

En el tiempo tan escaso
lamento no haber podido
volver de trigo ese diamante.

SUEÑO DE ROCA

P/Sonia Valenzuela

Verde rosa
de hirsuta cabellera
tu húmeda textura
es el sueño
de una roca

El musgo
es el sudor de las piedras,
su palabra,
el vello púbibo
de la tierra.

El cantil
pare musgo dulce,
la sal
fecundó su vientre
calizo

El musgo
es la piel del infinito

RECUERDO

P/Remedios la Bella.

De tu mirada callada
me acuerdo
cuando escucho a los
pavorosos pájaros
que dejaste en
custodia de mi silencio

Te acuerdo
echada en mi memoria
recostada sutilmente
sobre mis días
enfriando mi voz
con tus ojos de sueño.

Te esperaré
en este loco afán
por aprehender
el mudo aliento
de tu mirada/voz.

ALAS DE SUEÑO

P/Gerardo Pardo

La utopía
es un suspiro
de alas transparentes

Nace
en el diafragma
de un verso
y vuelo,
tiempo arriba,
para anidar
entre el aire fresco
de los sueños

La utopía
ova tempestades
y sus críos,
tienen hambre
y voces de puñales.

OLEAJES DE TIEMPO

P/Pepe Bull

Los sueños
son el oleaje de la noche

Los sueños
son un silencios río
que irrumpe,
en medio
de bosques tropicales,
nuestro miedo.

Los sueños
tiene su propia rima
corresponden a una medida
imposible en el tiempo

Los sueños
son la señal del infinito

EL BARRO Y EL ALFARERO

P/Emiliano Pérez Cruz

Cuando Dios aún no iniciaba
su oficio de alfarero,
el barro
ya se soñaba modelado
entre los dedos
del gran tornero

En ese
su transitar el ensueño,
veía madurar su piel
dentro del fuego.

Al salir del horno
pudo verse
desnudo en el espejo,
cerró los ojos
y quizo despertar,
al no poder hacerlo
se volvió ateo.

PARA FECUNDAR EL FUTURO

P/Rodolfo Guzmán

Los pueños, son las flores
de la injusticia.

Sus pistilos se fecundan
con el hambre de los tiempos.
Se reproducen como el lirio
y como al lirio no los ahogan tempestades.

El perfume de los puños
se siemra entre
surcos de silencio.

Por lo pronto...
señores depredadores,
entre el estiércol está creciendo
la amapola de los vientos
tiene un puñal,
entre sus pétalos.

Esta publicación se terminó de imprimir en diciembre de 1982, con un tira-je de 2000 ejemplares; bajo la coordi-nación editorial de José Jesús López M.

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